Los años de guarda le dan a nuestro Añejo una personalidad elegante y refinada que deviene en un amplio ramillete de notas y gustos propios del cuidadoso ensamble de maderas del roble blanco americano y francés. Color ámbar intenso con matices de oro viejo, perfectamente limpio con una fuerte adherencia a la copa, que resulta en un gran cuerpo. NARIZ Rico y complejo; agradables notas a madera, frutos deshidratados, vainilla y un ligero toque de chocolate Magníficamente estructurado; balance cremoso, sedoso, dulce y con sutiles toques a frutos secos.